Cuando los israelitas cruzaron el Jordán, se encontraron frente a un pueblo numeroso. La agricultura era la preocupación principal de los cananeos y habían alcanzado un alto grado de Egipto hubo de abandonar esta conquista y cuando llegaron los irrealitas, encontraron que no era tan difícil llagar a establecerse en Canaán. Pero no les fue tan fácil adueñarse enteramente del país, como era su propósito. Es interesante observar como al fin se logró la asimilación paciente y pacífica, si bien en varias ocasiones hubo luchas desesperadas con los cananeos. También hubieron de afrontar en más de una ocasión a otras naciones hacinas, que a su vez codiciaban las ricas comarcas e la Palestina. El libro de los Jueces y los doce primeros capítulos de I de Samuel describen las escenas finales de la conquista. FIGURA 5 CORTESIA CRISIS DEL PERIODO DE LOS JUECES El período de los jueces se inicia con Josué y termina con la unción de Saúl como el rey de Israel. No es posible fijar fechas exactas, pero parece probable que esta época comprendió más o menos dos siglos. . Hubo en este período seis graves crisis que hicieron necesaria la presencia de un obre fuerte, capaz de afrontarlas estas crisis fueron:Israel, sojugado por un rey de Mesopotamia llamado Casad-risamaím, fue libertado por Otoniel y vivió cuarenta años en paz bajo su dirección. (2) Eglón, rey de Moab, apoderóse de la ciudad de Jericó e impuso tributo a Israel. Aod, de la tribu de Benjamín, mató traidoramente a Eglón y convocó a la tribu de Efraím, logrando arrojar a los moabitas más allá del Jordán. Mientras tanto (3) en el norte del país los cananeos lograron imponerse a los israelitas, amenazando dominarlos por completo. Entonces la profetisa Débora y Barac, de la tribu de Neftalí, convocaron a todos los iraelitas “ en socorro de Jehová contra los fuertes”. La batalla terminó con la victoria de Israel sobre el llano de Esdraelón y el poder de los cananeos quedó para siempre quebrantado. (4) Pasaron así cuarenta años y entonces se vieron amenazados por Median, nación que logró someter a la más cruel servidumbre a las tribus de Efraím y Manasés. De la tribu de Manasés surgió entonces el gran libertador. Gedeón, nombre valiente, temeroso de Dios y patriota a todo prueba. En premio a sus hazañas, quisieron proclamarlo rey, pero él se negó a aceptar este honor. Su hijo Abimelec, en cambio quiso hacerse proclamar rey a su muerte, después de haber hecho matar a sus hermanos. Pero su señorío fue deplorable y Abimelec murió ignominiosamente. (5) La crisis siguiente fuémotivada por los amonitas, que se apoderaron del territorio en la ribera oriental del Jordán. Luego se dirigieron al otro lado del río y los iraelitas se encontraron sin caudillo competente. Finalmente solicitaron ayuda de Jefté, que derrotó a los tramos la hermosa historia del sacrificio de la hija de Jefté. (6) La más aguda de todas estas crisis, sin embargo, fue causada por la irrupción de los filisteos en el sudoeste. El libro de los Jueces termina relatando las hazañas de Samgar y de Sansón en contra de los filisteos, pero todo su valor personal de poco valió. La lucha duró siglos, pero terminó al fin con la victoria completa del pueblo de Israel.
LUGARES DE IMPORTANCIA EN EL PERÍODO DE LOS JUECES
Los Jueces fueron los libertadores de Israel, después de la muerte de Josué hasta la de Sansón. Estos personajes no cumplían la función de administrar justicia entre particulares, sino que juzgan, es decir gobiernan al pueblo, lo llevan a la guerra y lo salvan del peligro. Su origen, su carácter, su acción varían mucho, pero todos poseen un rasgo en común: han recibido una gracia especial, un carisma. Han sido especialmente elegidos por Dios para una misión de salvación. Esto queda expresado en las fórmulas que se repiten al comienzo de cada historia de los seis “grandes” jueces: Otoniel, Ehud, Débora y Barag, Gedeón, Jefte, Sansón. También son mencionados en este período importante seis jueces “menores”: Samgar, Tola, Yair, Ibsan, Eelon y Abdon.
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