La Primera Guerra Mundial inició el proceso de desintegración de la comunidad judía de Europa Oriental. Aproximadamente dos millones y medio de judíos fueron obligados a emigrar hacia América debido a las políticas antisemitas que desarrollaban en ese continente.
Al terminar la guerra, el gobierno soviético prohibió a los judíos rusos comunicarse con el resto de miembros de su respectiva nación, lo que produjo su aislamiento de la comunidad mundial. En Polonia la situación tampoco estuvo mejor ya que los judíos empezaron a ser víctimas de ataques conocidos como progroms y fueron obligados a pagar altos impuestos; además el nuevo gobierno despidió a los empleados hebreos que trabajaban en él entre 1920 y 1930.
Al terminar la guerra, el gobierno soviético prohibió a los judíos rusos comunicarse con el resto de miembros de su respectiva nación, lo que produjo su aislamiento de la comunidad mundial. En Polonia la situación tampoco estuvo mejor ya que los judíos empezaron a ser víctimas de ataques conocidos como progroms y fueron obligados a pagar altos impuestos; además el nuevo gobierno despidió a los empleados hebreos que trabajaban en él entre 1920 y 1930.
A estas medidas se sumaron las agresiones verbales, acciones que atentaban contra las creencias como fue el caso de los cortes de barba y cabello obligados así como los ataques a sinagogas y cementerios que obligaron a muchos de ellos a abandonar sus hogares. La emigración se acentuó con las denominadas leyes de Nuremberg que fueron promulgadas en 1935 y que se definieron con exactitud quién debía ser considerado como judío de forma total o parcial, Estas disposiciones también aprobaban una serie de prohibiciones y hasta ordenaban ataques
Pero los ataques no se mantuvieron en un mismo nivel, aumentaron. La noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 los habitantes de las ciudades, pueblos y aldeas de todo el país se despetaron por el ruido de los cristales rotos, la luz y el olor de las sinagogas en llamas y gritos de dolor de los judíos como producto de tos golpes que recibían de sus vecinos y paisanos.
Se dice que en esa noche que pasó a la historia como Kristallnacht o Noche de los Cristales, el ejército de Adolfo Hitíer mató a aproximadamente a un centenar de judíos y transportó a alrededor de 30 mil a los campos de concentración.
Los objetivos de los alemanes con estas medidas eran convertir a los judíos en seres dominados por la violencia y deshonrarlos. También se buscaba apartarlos del contacto físico con el pueblo alemán. Para ello practicaron con intensidad la agresión verbal, física y demás acciones que los obligaran a emigrar. A esto se sumaron las acciones destinadas a matarlos por medio del hambre, la debilidad y las enfermedades, separarlos en guettos y obligarlos a trabajar como esclavos como alternativa para la muerte. La aniquilación del pueblo judío como tal se llevó a cabo mediante fusilamientos en masa, hambrunas, exposición en cámaras de gas y realización de marchas de la muerte que consistían en caminatas extensas en las que no ingerían comida o tenían que soportar el frío.
A esto se sumo el hecho de que a partir del primero de septiembre de 1941 el gobierno los obligó a llevar en público una estrella amarilla de tamaño considerable con !a palabra «jude» escrita en negro que ponía en evidencia y de forma permanente su condición religiosa.'
Pero los ataques no se mantuvieron en un mismo nivel, aumentaron. La noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 los habitantes de las ciudades, pueblos y aldeas de todo el país se despetaron por el ruido de los cristales rotos, la luz y el olor de las sinagogas en llamas y gritos de dolor de los judíos como producto de tos golpes que recibían de sus vecinos y paisanos.
Se dice que en esa noche que pasó a la historia como Kristallnacht o Noche de los Cristales, el ejército de Adolfo Hitíer mató a aproximadamente a un centenar de judíos y transportó a alrededor de 30 mil a los campos de concentración.
Los objetivos de los alemanes con estas medidas eran convertir a los judíos en seres dominados por la violencia y deshonrarlos. También se buscaba apartarlos del contacto físico con el pueblo alemán. Para ello practicaron con intensidad la agresión verbal, física y demás acciones que los obligaran a emigrar. A esto se sumaron las acciones destinadas a matarlos por medio del hambre, la debilidad y las enfermedades, separarlos en guettos y obligarlos a trabajar como esclavos como alternativa para la muerte. La aniquilación del pueblo judío como tal se llevó a cabo mediante fusilamientos en masa, hambrunas, exposición en cámaras de gas y realización de marchas de la muerte que consistían en caminatas extensas en las que no ingerían comida o tenían que soportar el frío.
A esto se sumo el hecho de que a partir del primero de septiembre de 1941 el gobierno los obligó a llevar en público una estrella amarilla de tamaño considerable con !a palabra «jude» escrita en negro que ponía en evidencia y de forma permanente su condición religiosa.'
Seis millones de judíos murieron en Europa al terminar la guerra y la mayoría de ellos vivían en Alemania, Polonia, Austria y países cercanos al centro de operaciones de Hitíer. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, el mundo pudo conocer con hechos, la tragedia de este pueblo en los territorios dominados por el líder nazi. una tragedia que pasó a la historia por ser el mayor acto que genocida que observó el siglo XX.
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