Los judíos que Vivian en este lugar se instalaba en el distrito de leopoldstadt. Todos llegaban a través de la estación del norte. Era un distrito pobre y había viviendas habitadas por familias y pequeños albérguese los que se hospedaban de 50 a 70 personas aproximadamente.
Los judíos que se encontraban asentados en esa ciudad, no parecían estar muy satisfechos cuando eran confundidos con los judíos provenientes de Oriente o tenían parientes en esa región. Nadie cuidada de ellos, primos y correligionarios instalados eran ya vieneses y no querían estar emparentados con judíos orientales o confundidos con ellos.
LOS NEGOCIOS EN VIENA
Se podía ser buhonero o vendedor a plazos. El primero vendía jabón, tirantes, botones en una cesta colgada a la espalda y hacia recorridos pequeños en los que acostumbraba visitar restaurantes o cafés. Por su parte, el vendedor a plazos hacia ventas a pagos escalonados como lo indicaba su nombre y recorría largos trayectos. Asimismo en Leopoldstadt y Brigitenau Vivian muchos judíos que eran sastres. Sus clientes eran estudiantes, obreros y pequeños funcionarios y el domingo acostumbraba a presentarse en la casa de ellos o de aquellos clientes que le debían dinero para ir a cobrar. Si un judío oriental contaba con mucha suerte y tenia dinero podía recibir una licencia y abrir una tienda cuya clientela estaba compuesta por la gente pobre del barrio. La guerra trajo a Viena a muchos refugiados.
Los judíos que se encontraban asentados en esa ciudad, no parecían estar muy satisfechos cuando eran confundidos con los judíos provenientes de Oriente o tenían parientes en esa región. Nadie cuidada de ellos, primos y correligionarios instalados eran ya vieneses y no querían estar emparentados con judíos orientales o confundidos con ellos.
LOS NEGOCIOS EN VIENA
Se podía ser buhonero o vendedor a plazos. El primero vendía jabón, tirantes, botones en una cesta colgada a la espalda y hacia recorridos pequeños en los que acostumbraba visitar restaurantes o cafés. Por su parte, el vendedor a plazos hacia ventas a pagos escalonados como lo indicaba su nombre y recorría largos trayectos. Asimismo en Leopoldstadt y Brigitenau Vivian muchos judíos que eran sastres. Sus clientes eran estudiantes, obreros y pequeños funcionarios y el domingo acostumbraba a presentarse en la casa de ellos o de aquellos clientes que le debían dinero para ir a cobrar. Si un judío oriental contaba con mucha suerte y tenia dinero podía recibir una licencia y abrir una tienda cuya clientela estaba compuesta por la gente pobre del barrio. La guerra trajo a Viena a muchos refugiados.
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