Bienvenido a QUMRÁN.Ser Judío no es pertenecer a una religión, es una misma forma de vida ante Di- y ante los demás...¡. . Los agravios que no se ventilan empeoran, y la supresión de identidad tribal y religiosa puede llevar a la violencia.. Somos una fuente de información con formato y estilo; Es evidente que, impresionantes números de personas mueren repetidamente cuando depositan su confianza en mentiras y mentirosos. Y casi siempre los mentirosos en el poder se encuentran en situaciones difíciles como consecuencia de su gran caso omiso de los hechos.....Laura Knight-Jadczyk

martes, noviembre 29, 2011

La Biblia demanda profunda interacción.

Los autores de esos escritos expresaron su vivencia de los hechos, más que los hechos en sí mismos, por lo que sus relatos no pueden ni deben pensarse como históricamente exactos, aunque sí son teológicamente verdaderos en cuanto que transmiten una experiencia única de fe. La vida humana, en toda su complejidad, es el lugar teológico de encuentro con Dios. Y Dios se revela en la Biblia porque se encarna en ella. Un relato puede presentar inexactitudes históricas o geográficas, tal como es posible observar en los diferentes evangelios. Sin embargo son del todo verdaderos en cuanto a la vivencia que transmiten. Dios envía y nos transmite una historia viva: Cristo Jesús.
La propuesta cristiana nace de una experiencia concreta: el encuentro personal con Jesús resucitado. Una experiencia que afecta de tal modo a los que la tienen, que se siente la necesidad ineludible de comunicarla y testimoniarla a otros ya que da luz al sentido total de la existencia. Testimonio y anuncio: es la proclamación, el Kerygma, que es la invitación para generaciones futuras a vivir la misma experiencia, a transmitirla y a testimoniarla.
Pero para que el testimonio y la transmisión de esa experiencia sea real, hay que saber descubrir lo que el texto significaba entonces, la exégesis, y lo que significa ahora, o sea, la hermenéutica. El Espíritu Santo que inspiró a los autores de las narraciones, es el mismo que da luz ahora para crecer en capacidad de ahondamiento. Es el mismo que posibilita ahora entender las llamadas que hay en aquellos textos y aplicarlas a las realidades específicas del momento actual, convirtiéndolas en palabra de Dios para nuestros días.
Las Escrituras fueron compuestas como narraciones, de acuerdo a las circunstancias del pasado y en el lenguaje y las imágines adecuadas a aquellos momentos, por lo cual resulta obvia la necesidad de actualizarlas; no en su contenido, sino en su interpretación y expresión. Es preciso saber obtener el significado profundo y, por ello verdadero, de los contenidos esenciales capaces de iluminar la existencia en la situación presente, de acuerdo con la voluntad de Dios manifestada en Cristo Jesús.
No tenemos por qué escuchar la Palabra como algo que suene extraño a nuestros oídos, sino que hay que oírla con el corazón, como lo más entrañable, como aquello que resuena en lo más íntimo de nuestro ser, pero que es comprensible para nosotros. La Palabra refleja y nos da lo más auténtico, lo único real de nuestro estar en el mundo. El texto bíblico es como una partitura musical que está muerta hasta que se le arranca el sonido y se le despiertan las notas. Y esta eclosión se da cuando palabra y vida se funden en una profunda interacción.
Si la Palabra fue dictada por Dios mismo, El es el autor de las Escrituras. Y eso lo convertimos y confirmamos en cuestión de fe cuando después de la lectura de los textos correspondientes a cada celebración eucarística, asentimos fervorosamente a lo que acabamos de escuchar diciendo que es Palabra de Dios. En cada lectura Dios nos habla como lo ha ido haciendo desde los albores de los tiempos. Para cada uno de nosotros y para toda la comunidad cristiana, estos textos tienen el carácter de lo dicho por Dios. Así lo creemos con toda certeza y así debemos vivirlo.
Por todo ello, y por el solo hecho de saber que el contenido de la Palabra no debe ser modificada ni podemos añadir otras palabras diferentes a las que ya contiene en sí misma, debemos poner en marcha un progreso imparable en su profundización y en su comprensión. La revelación es permanente, pero no estática; es la manera de transmitir el mensaje invariable lo que está sujeto a una continua evolución. 

Para que los textos de los Libros Sagrados continúen siendo para nosotros Palabra de Dios, se impone la tarea de la interpretación actualizada de su contenido. Hay que aprender a descubrir. No es lo mismo simplemente leer o mirar, que ahondar en lo que se ve o se lee. Y hacer hablar un texto para descubrir nuevas profundidades en su mensaje requiere con frecuencia audacia y algo de riesgo. Hay que saber discernir y saber descubrir. Un texto es algo vivo y nunca dice todo en un primer momento. Está lleno de valores culturales, de escenarios mentales y de enfoques de la vida que, de no conectar con sus lectores, no puede llegar a ser palabra de salvación.
Reinterpretar la Palabra es ser fieles a su contenido, pero a la palabra hay que dejarla ser, y para ello necesita ser dicha de manera nueva y siempre actual hasta el final de los días, ya que la revelación encierra una verdad siempre mayor, siempre n un más allá. Ya no es posible, aunque se quiera, seguir viviendo la Palabra como un dictado inmovilizante. La fidelidad en la transmisión del depósito de la fe contenido en la Palabra de Dios exige ideas y expresiones verdaderamente nuevas porque la vida del cristiano es una vida constantemente renovada por la de Cristo.
El Espíritu Santo es quien da a conocer y ayuda a descifrar los misterios y la voluntad de Dios y sopla donde quiere y como quiere, sin que nada ni nadie pueda ser capaz de impedirlo, y bajo su asistencia la plenitud de la verdad llegará en la medida en que el Evangelio y la vida del cristiano subsistan en la más profunda relación y vivencia.

La Biblia como memoria de un pueblo


La memoria es el presente del pasado, dice San Agustín. Todos necesitamos recuerdos para saber quiénes somos. Necesitamos recordar, rememorar y actualizar lo recordado. La memoria es de tal forma necesaria en nuestra vida personal y social, que ha tenido que surgir la escritura para fijar los recuerdos de forma eficaz y permanente. La memoria no es sólo almacén del pasado, sino que es también puerta abierta al futuro, pues es la base para la creatividad. Y así nació la Biblia: experiencia, pensamiento, memoria, relato y acción. Es un testimonio expresado con apasionada intensidad; el relato emocionante de un pueblo habitado por el deseo de Dios.
El Antiguo Testamento es el compendio de distintos libros que narran de muy diversas maneras cómo, en una cultura y región concretas, en la cuenca del Jordán y en el principio de los tiempos, hubo un pueblo, Israel, un pequeño grupo de hombres y mujeres que tuvieron una experiencia única y totalizante de una Presencia que se les revela y se les manifiesta en donación personal, y que les hace descubrir que son elegidos y consagrados por un Dios liberador.
Desde una experiencia religiosa común llenaron el principio de significados y empezaron a narrar los acontecimientos que les daban raíces. Para Israel hubo acontecimientos tan determinantes en su historia, que no podían ser silenciados. Por ello se sintió impulsado a elaborar historias, recitadas oralmente en un principio, repetidas una y otra vez después, descubiertas e interpretadas en sucesivas profundizaciones. Más tarde y esporádicamente, en un largo caminar de fidelidades y de infidelidades, de encuentros y desencuentros, de ahondamientos y de actualizaciones, de afinamiento en la percepción de este Dios y del tipo de conducta que se derivaban de ello. Fijaron por escrito esas narraciones para que el testimonio de aquella Alianza liberadora fuera perenne y pasara de generación en generación.
Con ello los autores de las Escrituras, hombres y mujeres de épocas arcaicas, pasaron a ser testigos de la memoria de la acción de Dios en medio de ellos, y sus historias se constituyeron en punto de referencia ineludible para el futuro, hasta el final de los tiempos. Hicieron un viaje por los recuerdos y pasaron del descubrimiento de la Presencia del Dios vivo en su historia personal y como pueblo, al progresivo ahondamiento en la comprensión de lo ya vivido, tanto en lo que se refería al paso de Dios por sus vidas, como de los modos de conducta que la Alianza trataba de suscitar en ellos. Su historia, como toda historia humana, es la constatación de la infidelidad humana y del mantenimiento de la promesa por parte de Dios y de su fidelidad hacia nosotros.

miércoles, noviembre 02, 2011

La doctrina de la cruz.











La doctrina de la cruz. 1 Corintios 1, 18. Hablar de la cruz o la doctrina concerniente a la cruz; es hablar de la doctrina que proclama al mundo perdido la salvación por medio de la crucifixión de Cristo. Ante la predicación de ese evangelio siempre habrán dos clases de hombres: Los incrédulos y los contradictores, que perecen, y los creyentes obedientes, que están en estado de salvación (Isaías 29, 14 al 16). Los sabios judíos, los maestros y los escribas y cualquiera que defendiera las tradiciones judías o busca sentidos alegóricos, místicos y cabalistas a las Sagradas Escrituras, llevado más por la sabiduría humana que por la espiritual, consideraban que la predicación de Cristo crucificado era locura y los gentiles hacían eco de la expresión en oposición a las doctrinas propias de los judíos no cristianos las cuales ellos mismo llamaban sabiduría. No es por la locura que Dios salva al mundo, sino por ese evangelio que ellos llaman locura, y que en realidad, era la verdadera salvación.  La locura era la verdadera sabiduría de Dios también, el poder de Dios para salvación de los que creen.


Los judaizantes querían mantener la circuncisión por encima de la crucifixión y por un mal entendido entran en discusión con el Apóstol San Pablo sobre dicho tema y es cuando el enfatiza la necesidad de predicar la salvación por medio del sacrificio de Cristo en la cruz, aunque ello implique la enemistad de los Judíos y la cruz se convierta en un tropezadero para ellos, al quedar por encima de la circuncisión. La mejor solución al mencionado problema era la excomunión de los que producían tal confusión. (Gá. 5, 11). El problema no es la cruz, es la aceptación de la supresión de la circuncisión como rito de iniciación  superado ahora por la nueva doctrina de la Gracia. (Fe, bautismo). Tampoco el cristianismo se puede acomodar al parecer de otros, por temor ha ser criticados o rechazados por ellos como sucedía a los judíos convertidos en la iglesia de Galacia. (Gá. 6, 12 al 14).

      La cruz aunque era tropezadero para algunos y vergüenza para otros, lo que sino se podía negar era su sentido por ser el lugar a través del cual Dios ahora establecía  un solo cuerpo entre Judíos y gentiles por medio de la muerte de Jesús y los reconciliaba con Él, en muestra de su buena disposición para perdonar y salvar tanto a judíos como a gentiles, y para algunos judíos aunque convertidos, su estreches religiosa no se los permitía comprender de un todo (Ef. 2, 16 y 17; Fil. 3, 18).


Jesús conocía la Tora y sabia que sufrir la muerte de cruz lo colocaba entre dicho ante los suyos como un maldito malhechor y más cuando había predisposición hacia Él y ante cualquiera nueva doctrina que no enmarcara entre las ya existentes (Dt. 21, 22 y 23). He ahi el valor del verdadero amor por nosotros al sufrir muerte de cruz y no comprenderlo es un pecado y nos colocamos en la misma posición judía. El Resto lo sabemos y lo comprendemos bajo la enseñanza del Espíritu santo. Gracias a Dios y a su amor ahora tenemos por su muerte en la cruz y resurrección un Salvador y Mediador a la derecha del padre.  Hebreos:
12:1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 
12:2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. 
12:3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. 

lunes, octubre 17, 2011

Visión católica sobre la Biblia

L A B I B L I A
Etimología
La palabra Biblia se origina, a través del latín, en la expresión griega ta biblia ta haguia; (los libros sagrados), acuñada por vez primera en 1º. Macabeos 12:9. Biblion es el plural y significa papiro o rollo, usado también para libro. Se cree que este nombre nació como diminutivo del nombre de la ciudad de Biblos, importante mercado de papiros de la antigüedad. Esta frase fue empleada por los hebreos helenizados (aquellos que habitaban en ciudades de habla griega) mucho tiempo antes del nacimiento de Jesús de Nazaret para referirse al Tanaj o Antiguo Testamento. Muchos años después empezó a ser utilizada por los cristianos para referirse al conjunto de libros que forman el Antiguo Testamento, así como a los Evangelios y a las cartas apostólicas, es decir, el Nuevo Testamento. Ya como un título, se empezó a utilizar en latín biblia sacra (los libros sagrados) sin artículo, dado que éste no existía en latín. Sin embargo, al ser biblia un cultismo en latín, acabó pasando de considerarse un plural neutro a un femenino singular (la sagrada Biblia), entendiendo ya Biblia como el nombre propio de todo el conjunto. A través del latín se derivó a la gran mayoría de las lenguas modernas.

Libros canónicos del judaísmo y del cristianismo

Historia
La Biblia, es el conjunto de libros canónicos del judaísmo y del cristianismo. La canonicidad de cada libro varía dependiendo de la tradición adoptada. Según las religiones judía y cristiana, la Biblia transmite la palabra de Dios. La Biblia, o al menos parte de ella, se encuentra traducida a 2.303 idiomas.
La Biblia es considerada un libro sagrado por varias de las religiones de occidente, pero no todo el material que contiene es de carácter religioso, (incluye genealogías, censos, leyes civiles, actos administrativos, etc.) sino que tiene valor histórico y literario. Es un conjunto de libros cuyo número varía según el canon.
La Biblia es una compilación de textos que en un principio eran documentos separados, llamados libros, escritos primero en hebreo, arameo y griego durante un dilatado período de tiempo y después reunidos para formar el Tanaj, que es el Antiguo Testamento para los cristianos, y luego el Nuevo Testamento. Ambos testamentos forman la Biblia cristiana. En sí la Biblia fue escrita a lo largo de aproximadamente 1000 años (900 a. C. - 100 d. C.). Los textos más antiguos se encuentran en el Libro de los Jueces (Canto de Deborah) y en las denominadas fuentes "E" y "J" de la Tora o Pentateuco, que son datadas en la época de los dos reinos (siglos X a VIII a. C.). El libro completo más antiguo, el de Oseas, es también de la misma época. El pueblo judío identifica la Biblia con el Tanaj, no consintiéndose bajo ningún concepto el término Antiguo Testamento, y no acepta la validez del llamado Nuevo
Testamento, reconociéndose como texto sagrado únicamente al Tanaj.
El canon católico romano de la Biblia que conocemos hoy fue sancionado definitivamente en el Concilio de Hipona en el año 393 de nuestra era, ratificado en el Concilio de Cartago en el año 397 y luego nuevamente confirmado por decreto en la cuarta sesión del Concilio de Trento del 8 de abril de 1546.
Ninguna de estas decisiones fue reconocida ni asumida entre los protestantes, surgidos a partir del Siglo XVI, ni por distintas denominaciones paraprotestantes, surgidas a partir del
Siglo XIX. El Canon de las Biblias Cristianas Ortodoxas es aun más amplio que el Canon de las Biblias Católicas Romanas, e incluye el Salmo 151, la Oración de Manasés, el Libro III de Esdras y el Libro III de los Macabeos.
El canon católico incluye 73 Libros, de los cuales 46 pertenecen al Antiguo Testamento y 27 al Nuevo Testamento. En el Antiguo Testamento están incluidos los llamados Libros Deuterocanónicos, que no son aceptados ni por el judaísmo ni por el protestantismo. Son los Libros de Tobías, Judit, 1º. Macabeos, 2º. Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico y Baruc.
El Antiguo Testamento narra principalmente la historia de los hebreos; el Nuevo Testamento la vida, muerte y resurrección de Jesus, su mensaje y la historia de los primeros cristianos.
El Nuevo Testamento fue escrito en lengua griega koiné. En él se cita con frecuencia al Antiguo Testamento de la versión de los Setenta (o Septuaginta), traducción al griego del Antiguo Testamento realizada en Alejandría en el siglo III a. C.
La Biblia es para los creyentes la palabra de Dios, por ser indudable para éstos su inspiración divina. Es un libro eminentemente espiritual y habla sobre la historia de la humanidad, su creación, su caída en el pecado y su salvación, y expone cómo el Dios creador se ha relacionado, se relaciona y se relacionará con el ser humano. De igual forma, la Biblia expone los atributos y el carácter de Dios.
Para los creyentes, la Biblia es la principal fuente de fe y doctrina en Cristo. En el Siglo XVI los diferentes movimientos de la Reforma Protestante comenzaron a experimentar un alto desgaste en discusiones filosóficas y a separarse unos de otros. Para menguar este problema se definió el principio llamado sola escritura, que significa que solamente la Biblia puede ser considerada fuente de doctrina cristiana. Para la Iglesia Católica Romana, además de la Biblia también son fuente doctrinal la tradición, las enseñanzas de los Padres de la Iglesia (discípulos de los Apóstoles), y decisiones emanadas de Concilios. Esta divergencia entre cristianos se intensificó al asumir la Iglesia Católica Romana la idea de que el Papa, como único sucesor de Pedro y, consecuentemente, custodio y depositario de las llaves del Reino de los Cielos, debía ser infalible en asuntos de fe, moral y doctrina cristiana (Dogma de la Infalibilidad Papal). Los cristianos protestantes rechazan esta aseveración y consideran como cabeza única de la iglesia a Jesus de Nazaret. Para ambas partes esta gran diferencia ya no es considerada tan solo en términos filosóficos o religiosos, sino como designios divinos plasmados y asentados en la Biblia misma.
Para los Judíos Ortodoxos el Nuevo Testamento, por supuesto, no tiene validez. El rabínico considera como fuente de doctrina el Talmud, mientras los Caraítas defienden desde el siglo VIII el Tanaj como única fuente de fe.

Estructura de la Biblia

Estructura
Un libro de la Biblia es un grupo establecido de escrituras. Por ejemplo, el libro de Salmos (en hebreo Tehilim o Canciones de alabanza) tiene 150 canciones (151 en la versión de los Setenta), mientras que la Epístola de Judas es una carta de media página.
La Biblia hebrea o Tanaj está dividida en tres secciones: los cinco libros de Moisés (la Ley o Tora), los libros escritos por los profetas hebreos (los Profetas o Nevi'im) y unos libros que
no entran en ninguna de las dos categorías anteriores (las Escrituras o Ketubím); éstos son conocidos como hagiógrafas o simplemente las Escrituras.
La Biblia judía fue escrita predominantemente en hebreo, pero tiene algunas pequeñas partes que fueron escritas en arameo. En la Biblia cristiana, la Biblia hebrea es llamada Antiguo Testamento, para distinguirla del Nuevo Testamento, que es la parte que narra la vida de Jesús y su predicación, entre otras cosas. El Nuevo Testamento está dividido en los cuatro Evangelios, Historia (Hechos de los Apóstoles), las Cartas a iglesias cristianas por Pablo y otros apóstoles, y el Apocalipsis.
Las Biblias cristianas contienen la totalidad del Tanaj o Antiguo Testamento, junto con un grupo de Escrituras posteriores conocidas como el Nuevo Testamento. Dentro del cristianismo no hay acuerdo completo sobre el número exacto de libros que debe tener (con igual reconocimiento) el Antiguo Testamento, es decir, sobre su canon.
Hasta el siglo XVI se mantuvo en Occidente la traducción latina de San Jerónimo conocida como la Vulgata (proveniente del latín vulgar), que incorporaba tanto el canon judío como escritos de la Septuaginta griega. Con la Reforma protestante, Martin Lutero cuestionó la necesidad de mantener los libros apócrifos junto a los del canon judío y los agrupó como un apéndice edificante al final de su traducción al alemán de la Biblia. La Iglesia Católica Romana confirmó, sin embargo, el canon de la Biblia de los Setenta y de la Vulgata en el Concilio de Trento (1545-1563), reconociendo y confirmando la canonicidad de algunas escrituras cuestionadas por Lutero, que desde ese mismo siglo comenzaron a ser llamados Deuterocanónicos, concepto introducido por Sixto de Siena, que significa literalmente segundo canon, a los cuales las iglesias orientales también reconocen plena canonicidad, agregando también otros libros que se encuentran en códices antiguos, como III y IV Macabeos y la Oración de Manasés. La Iglesia Ortodoxa Etíope acepta asimismo el Libro de Enoc como canónico. En cuanto al resto de los libros, no hay disputa alguna y todos los grupos cristianos tienen los mismos libros en el Nuevo Testamento de la Biblia.

Canon bíblico desde el catolicismo

Biblia.
Canon bíblico
Un canon es el conjunto de libros que integran la Biblia según una tradición religiosa concreta, que los considera así divinamente inspirados y los distingue de otros textos que no se consideran revelados. Estas diferencias entre las distintas ramas del cristianismo se dan únicamente para el Antiguo Testamento, ya que todas las Biblias tienen el mismo número de libros en el Nuevo Testamento.
La Biblia Cristiana Ortodoxa consta de 1347 capítulos, la Católica Romana de 1329, y la Protestante de 1189; 260 de los cuales constituyen el Nuevo Testamento.
El primer canon es el Pentateuco, el cual se compone de los libros del Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio y contiene la Ley de Dios, que es el conjunto de los 613 preceptos del Judaísmo.
Dentro del Judaísmo surge disputa sobre el canon correcto. Un grupo religioso, los saduceos, sostiene que solamente conforma el canon de las Escrituras la Toráh o Pentateuco (la Ley), mientras que otros grupos también consideran las Escrituras de los Nevi'im (Profetas) y los Ketubím (los Escritos). Después de la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. C., el grupo judío predominante fue el de los fariseos, que sí considera al canon como conformado por la Ley, los Profetas y los Escritos (Toráh, Nevi’im y Ketubím).
Así, a finales del siglo I el Judaísmo estableció en Yamnia (Yavne) como canon de sus libros sagrados aquellos que cumplieran tres requisitos: que hubiera una copia del libro en cuestión que se supiera que fue escrito antes del año 300 a. C. (cuando la helenización llego a Judea, con los problemas culturales y religiosos subsecuentes, y que pueden leerse en libros como los de los Macabeos o el de Daniel), que dicha copia estuviera escrita en hebreo o cuando menos arameo (no griego, la lengua y cultura invasora) y que tuviera un mensaje considerado como inspirado o dirigido al pueblo de Dios (con lo que también algunos libros que cumplían las dos características anteriores tuvieron que salir del canon).
En tiempos de Jesús de Nazaret era dominante la segunda opinión, la cual fue sostenida y transmitida por muchos cristianos hasta tiempos de la Reforma Protestante con la controversia de los libros deuterocanónicos. Esta controversia probablemente se originó precisamente por el hecho de que el Judaísmo había establecido su canon a fines del siglo I, con lo que para ellos ya no estaban presentes aquellos textos que sólo se encontrarían en griego (en la versión de la Biblia judía de los Setenta). Estos libros fueron precisamente los que se considerarían, posteriormente, como deuterocanónicos y que fueron aceptado tanto por cristianos como por ortodoxos.
La versión judía de la Biblia consta de 24 libros, con ciertas diferencias respecto a las Biblias cristianas. Algunas de ellas son:
• Los nombres de varios libros: Éxodo para el original Shemot; Levítico para Vaikra.
• La subdivisión en tres secciones: Tora (la Ley, el Pentateuco); Nevi'im, los Profetas Anteriores (Josué, Jueces, Samuel y Reyes) y Posteriores (Isaías, Jeremías, Ezequiel y los 12 profetas menores); y Ketubím, los Escritos (Salmos, Proverbios, Daniel y los demás libros).
Actualmente, los libros que no son considerados canónicos por católicos y ortodoxos, reciben el nombre de libros apócrifos. A su vez esos mismos libros suelen ser denominados pseudoepígrafos por los protestantes, que, habitualmente, respetan también el nombre de Deuterocanónicos (literalmente, "del segundo canon") para aquellos que han recibido reconocimiento canónico de católicos y ortodoxos (en general, son libros escritos originalmente en griego, incluidos en la traducción al griego de la Biblia judía conocida como Septuaginta o de los LXX). No obstante algunas corrientes protestantes fundamentalistas insisten en conservar el nombre de apócrifos para los libros deuterocanónicos. Con todo, hay que señalar, que los primeros cristianos no usaban la Biblia hebrea, sino que usaban la Septuaginta o de los LXX por cuanto varios de los nuevos cristianos fueron judíos de cultura griega, como por ejemplo, Pablo de Tarso, San Esteban, y los evangelistas San Lucas y San Marcos.
Así pues, las versiones católicas de la Biblia constan de 73 escritos, en tanto que las versiones protestantes sólo contienen 66, debido a que ellos consideran que siete libros impresos en las versiones católicas (los deuterocanónicos) solo son "lectura edificante", pero no canoníca. Las versiones ortodoxas, por su parte, incluyen 76 libros en total. Además, la Iglesia Ortodoxa Etíope incluye como canónico en el Antiguo Testamento el Libro de Enoc, que no incluye ninguna de las otras corrientes cristianas ni el judaísmo.

La inclusión o exclusión de algunos de los libros

Biblia Cristiana
La Biblia es un libro usado por todos los cristianos, aún cuando no todos los grupos de cristianos la lean asiduamente. Las Biblias Cristianas están constituidas por escritos
hebreos, arameos y griegos, que han sido retomados de la Biblia griega, llamada Septuaginta, y del Tanaj hebreo-arameo, y luego reagrupados bajo el nombre de Antiguo Testamento. A estos se ha sumado una tercera serie de escritos griegos cristianos agrupados bajo el nombre de Nuevo Testamento. Distintos grupos cristianos han debatido largamente sobre la inclusión o exclusión de algunos de los libros de ambos Testamentos, surgiendo los conceptos de apócrifos y deuterocanónicos para hacer referencia a algunos de estos textos.
La comunidad judía actual reserva la expresión "Biblia Cristiana" para identificar sólo a los libros que han sido añadidos al Tanaj hebreo-arameo por el judaísmo tardío helenizante alejandrino, y luego por el cristianismo, y evita referirse a su Tanaj en términos de "Biblia", o de "Antiguo Testamento". Varias denominaciones cristianas incorporan otros libros en el Canon de ambos Testamentos.

Arqueología y coincidencias bíblicas

Arqueología y coincidencias bíblicas
Las investigaciones arqueológicas en la zona donde se desarrollan los hechos narrados en la Biblia tienen como un resultado añadido la comprobación de los hechos, lugares y personajes que aparecen citados en los diferentes libros que componen la Biblia. Incluso se ha llegado a crear el término de arqueología bíblica para denominar a una parte de la arqueología que se encarga de estudiar los lugares indicados en la Biblia.
Hay varios casos en que los descubrimientos arqueológicos han confirmado los hechos o personajes bíblicos. Entre esos descubrimientos se encuentran los siguientes:
• Destrucción de Jerusalén en el año 70. En 1970 el equipo de arqueólogos a las órdenes de Nahman Avigad descubrió en Jerusalén las ruinas de una casa quemada en la cual se hallaron unas monedas que situaban el escenario alrededor del año 70. La disposición de los objetos hallados así como el hallazgo de los restos de un cuerpo en disposición de huída dieron pie a la hipótesis que se debía a la destrucción de Jerusalén por las tropas romanas en el año 70, destrucción que figura como profecía realizada por Jesus en Lucas 19:43-44. Otra posible interpretación, dada por los partidarios de la datación tardía de este evangelio, sostiene que el mismo fue escrito con posterioridad a la destrucción y por tanto relata hechos ya sucedidos.
• El Rey Sargón II de Asiria. Este personaje que aparece en Isaías 20:1 no pudo ser confirmado hasta que en 1843 se descubrieron las ruinas de su palacio. Se hallaron escritos en los que se relatan las conquistas de las ciudades de Samaria y Asdod que aparecen también relatados en el libro de Isaías.
• Joaquín, rey de Judá. El descubrimiento de las tablillas de Babilonia permitió la confirmación de la existencia del rey Joaquín de Judá y sus cinco hijos que aparecían nombrados en los libros de 2a de Reyes y 1a de Crónicas.
• El sello de Yehujal. En 2005 la arqueóloga Eilat Mazar descubrió un sello de arcilla en el cual se nombraba Yehujal (Jehucal o Jucal) que fue un funcionario judío que es nombrado en el libro de Jeremías.
• Hallazgos en Nínive. En las excavaciones realizadas en la antigua ciudad de Nínive, capital de Asiria, se han hallado varias piezas que confirman relatos bíblicos. En el palacio de Senaquerib hay un bajorrelieve que muestra a las tropas asirias llevando cautivos a los israelitas tras la caída de Lakis, hecho relatado en el Segundo Libro de los Reyes. En las piezas conocidas como Anales de Senaquerib se relatan los hechos realizados durante el reinado de Ezequías. También es curioso cómo en el listado de ciudades conquistadas por los asirios no aparece Jerusalén, lo cual concuerda con el relato bíblico de que fueron
derrotados a sus puertas, al igual que se relata el asesinato de Senaquerib, que están incluidos en el Libro de Isaías.
• El Cilindro de Ciro. Se encontró en Sippar cerca de Bagdad, Iraq. Narra la conquista de Babilonia por Ciro el Grande. Algunos ven en los relatos de Isaías la profecía de la destrucción de Babilonia por Ciro. También en el cilindro se expone la política de Ciro de dejar volver a los pueblos deportados a su tierra de origen, tal y como sucedió con los israelitas.
• Recientemente se encontró al sur de Siria una piedra con la Estrella de David grabada, en la zona que la Biblia indica que estuvo la ciudad hebrea de Dan antes de la conquista asiria, lo que puede indicar que fue territorio hebreo o tenía algún contacto con Israel.

Conservación e integridad de la Biblia

Conservación e integridad de la Biblia
A pesar de las objeciones de algunos críticos, existen pruebas que avalan la afirmación de que gran parte de la Biblia se ha conservado sin cambios importantes hasta nuestros días. Quienes no están de acuerdo con estas afirmaciones apelan a circunstancias tales como traducciones de un idioma a otro, copiado de manuscritos, opiniones divergentes en dogmas y/o destrucción deliberada, la Biblia no ha llegado como un volumen completo. Hallazgos tales como los manuscritos del Mar Muerto han mostrado que, en gran parte, esto sucedió antes del Siglo I de nuestra era, aunque los textos encontrados allí y los conocidos hasta entonces, parecen presentar cambios menores.
Ha habido otros textos relevantes relacionados con la Biblia original, los escritos apócrifos hallados en Egipto (Nag Hammadi) y en Cisjordania (Qumrán, cerca del Mar Muerto), e incluso en países muy lejanos hacia el Sur y el Oriente. Estos han supuesto una nueva interrogante acerca de si ya estaría completo el canon bíblico, o habría que revisarlo de forma detallada.
Los defensores de la idea de que las escrituras bíblicas son fieles y están completas, se basan en la cantidad de copias idénticas que, desde tiempos remotos, se ha realizado de las mismas. Los copistas hebreos de las Escrituras fueron muy instruidos, los masoretas, que copiaron las Escrituras Hebreas entre los siglos VI y X, solían contar las letras para evitar errores. El erudito en la materia W. H. Green dice sobre las comparaciones entre textos antiguos y modernos ninguna otra obra de la antigüedad se ha transmitido con tanta exactitud.

Fuentes teológicas para cada religión

Fuentes teológicas
Fuente teológica es el término usado en teología para nombrar las fuentes de la argumentación en que se fundamenta este tipo de saber.
Para cada religión tales fuentes son distintas, de modo que en teología no hay nada parecido al consenso científico que suele haber en las ciencias que se someten al método científico. En el caso más extremo (no compartido por todas las religiones ni dentro de estas por todos los creyentes), el argumento de autoridad de la Iglesia tendría preferencia sobre la lógica o la experiencia. Considerar sagrados los textos o fuentes documentales de su saber, convierte en problemático el estudio crítico de las mismas fuentes, que en algunas religiones se consideran verdad revelada.
Algunas religiones, y desde luego todas las religiones primitivas, son fundamentalmente ritos y creencias apoyadas en la tradición oral y la costumbre, y sólo los mitos cumplirían propiamente el papel de fuente teológica. La comunicación de los hombres con el mundo
sobrenatural imaginado adquiere a veces formas de lo que se denomina profecía, que en algunas ocasiones da lugar a relatos que guían la actividad humana: es el caso de los oráculos del mundo griego clásico y de los libros sibilinos que la Sibila de Cumas vendió a los romanos. Muchas religiones (correspondientes a las zonas del mundo donde se alcanzó el desarrollo histórico ligado a la invención de la escritura) disponen de textos sagrados: el Libro de los muertos del Antiguo Egipto, la Epopeya de Gilgamesh en Sumeria (ambos precedentes de distintos relatos bíblicos), los Vedas del Hinduismo, o el Popol Vuh de los mayas, por ejemplo.
No obstante, existe una diferencia esencial entre las religiones monoteístas y las demás: consideran sus textos como revelación directa del único Dios y mecanismo para la salvación espiritual del hombre (aunque en grado diferente según la interpretación de cada variante). La expresión islámica gentes del libro para denominar a cristianos y judíos es suficientemente elocuente: Toráh, Biblia y Corán son

Fuentes teológicas en el cristianismo

Fuentes teológicas en el cristianismo
El principio protestante es el Sola Scriptura de Lutero: la Biblia es la única fuente teológica; no hay otra verdad revelada fuera de la que se contiene en la Biblia. El Sola Fides que pone la salvación del creyente únicamente en su fe en Jesucristo, le obliga a acercarse sin intermediarios a la Biblia, única regla de fe, y resolver sólo a través de ella todos los problemas de fe. Tampoco hay una autoridad que le obligue: existe un sacerdocio universal.
En el otro extremo los católicos sostienen que hay algunas verdades reveladas aparte de aquellas que aparecen en la Biblia: la Sagrada Tradición. Jesucristo estableció una institución para, a través de su Magisterio, interpretar la verdad revelada (Sagradas Escritura y Tradición), ponerla al alcance de todos y en todas partes, que es la Iglesia Universal (católica, en griego). El acceso de los fieles no orientados a versiones que no sean la oficial y convenientemente anotada de la Biblia está desaconsejada, y en algunos momentos perseguida. El Concilio de Trento fijó la Vulgata (traducción al latín de San Jerónimo) como la versión canónica, y se restringieron las traducciones a lenguas modernas, como la de Lutero al alemán. Fray Luis de León (que además de religioso era profesor universitario) fue procesado por traducir y comentar el Cantar de los Cantares. Hasta el siglo XX no se relajaron esas prevenciones.
Esos son los dos puntos principales de controversia entre los católicos y los protestantes tradicionales (los protestantes liberales se permiten cuestionar críticamente las fuentes teológicas, lo que para los otros es cuestionar la revelación). Las otras diferencias se conectan con esos dos puntos o se siguen de ellos, de modo diferente en las diferentes ramas del protestantismo (luteranismo, calvinismo, anglicanismo, etc.)
No existen diferencias tan radicales entre los católicos y el cristianismo oriental u ortodoxo, ya que ambas partes admiten la institución de la Iglesia por Jesucristo, su Magisterio, su autoridad, su infalibilidad e indefectibilidad (en mayor o menor grado). Las diferencias tocantes a las fuentes teológicas y su tratamiento son respecto a los sujetos de la autoridad (el Papa es Vicario de Cristo e infalible para los católicos, y sólo obispo de Roma para los ortodoxos) y la unidad orgánica del cuerpo docente, aparte de cuestiones dogmáticas.

Fuentes teológicas en el catolicismo

Fuentes teológicas en el catolicismo
En la constitución del saber teológico pueden indicarse su objeto, sus fuentes y su lugar. El objeto de la teología es Dios -de manera directa-, y el mundo y el hombre a la luz de Dios. Las fuentes del conocimiento teológico y sus criterios de verdad son la razón humana y la revelación divina, de manera privilegiada. El lugar de la teología es la Iglesia como comunidad de fe.
De aquí se deriva que la Iglesia tiene que poder establecer de forma autorizada criterios para la reflexión teológica. Según la Iglesia católica, la investigación y el trabajo teológico se inscriben dentro de un saber racional (y por eso reclaman para la teología el status de ciencia), cuyo objeto es dado por la revelación, es decir, la Palabra de Dios transmitida e interpretada por la Iglesia bajo la autoridad del Magisterio.

Fuentes teológicas en el anglicanismo y el episcopalismo

Fuentes teológicas en el anglicanismo y el episcopalismo
El Libro de Oración Común es la principal fuente teológica de los episcopales, la más tradicional de las iglesias protestantes de Estados Unidos. Deriva del Book of Common Prayer anglicano que tuvo distintas redacciones desde mediados del siglo XVI. En Estados Unidos hubo un intento fallido de actualizarlo en 1786, y otros en vigor sucesivamente fueron publicados en 1789, 1892 y 1928. Fue actualizado por última vez en 1979. Aunque es de dominio público, sin embargo, las nuevas revisiones del mismo son controladas por el Custodio para la Normalización del Libro de Oración Común. Contiene los distintos servicios de adoración o servicios litúrgicos que usan los episcopales.

Traducciones de la Biblia al español.


Hasta el año 2009 existen 48 diferentes traducciones y revisiones de la Biblia al idioma español, las cuales se detallan seguidamente.
Año Título Autor / Editorial
1280 Biblia Alfonsina
1420 Antiguo Testamento Rabino Salomón
1420 Antiguo Testamento Traductor Anónimo
1430 Biblia de Alba Moshé Arragel
1543 Nuevo Testamento Francisco de Enzinas
1553 Antiguo Testamento (Traducción al castellano)
1556 Nuevo Testamento Juan Pérez de Pineda
1569 La Biblia del Oso Casiodoro de Reina
1602 Biblia del Cántaro Casiodoro Reina y Cipriano Valera
1793 Biblia del Padre Felipe Felipe Scío de San Miguel
1825 Biblia de Petisco y Torres José Petisco y Félix Torres Amat
1893 La Biblia en versión moderna Enrique Pratt (misionero)
1916 NT (versión latinoamericana)
1928 La Sagrada Biblia Guillermo Junemann
1944 Biblia Nácar-Colunga Eloíno Nácar y Alberto Colunga
1947 Biblia Bover-Cantera José Ma. Bover y Francisco Cantera
1948 Biblia comentada Dr. Juan Staubinger
1963 NT (Nuevo Mundo) Watchtower & Tract Society
1966 Biblia de Jerusalén Escuela Bíblica de Jerusalén
1968 Biblia Editorial Labor Editorial Labor
1972 Biblia Latinoamericana Msgr. R. Ricchiardi & B. Hurault
1975 La Biblia (Ed. Herder) Serafín de Ausejo
1976 Nueva Biblia Española Luis A. Schockel y Juan Mateos
1978 Biblia Interconfesional NT Sociedades Bíblicas Unidas
1979 Sagrada Biblia F. Cantera y M. Iglesias
1979 Dios habla hoy Sociedades Bíblicas Unidas
1979 La Biblia al día
1980 Biblia del Pueblo de Dios Armando Levoratti y AB. Trusso
1983 Nuevo Testamento Universidad de Navarra
1986 Biblia de las Américas Fundación Lockman
1987 Nuevo Mundo (TNM) Watchtower & Tract Society
1988 La Santa Biblia Evaristo Martín Nieto
1992 Biblia Casa de la Biblia S. Guijarro y M. Salvador
1993 Biblia del Peregrino Alonso Schokel
1994 Nuevo Testamento (Recobro) Living Stream Ministry
1999 Nueva Versión Internacional Luciano Jaramillo
2000 Nuevo Testamento Rev. Pedro Ortiz
2000 Nuevo Testamento PDT Centro Mundial Traducción de la Biblia
2001 La Biblia de América Santiago García
2001 Biblia Textual (NT) Reina-Valera
2003 Biblia TLA Sociedades Bíblicas Unidas
2004 Sagrada Biblia Universidad de Navarra (Fac. Teología)
2005 La Biblia (PDT) Rafael Serrano
2007 Santa Biblia Valera Sembrador de la Semilla Incorruptible
2008 La Nueva Biblia al día Sociedad Bíblica Internacional
2008 Evangelio de Juan Tyndale House Publishers
2009 Biblia para Nuevos Creyentes Tyndale House Publishers
2009 Santa Biblia Reina-Valera Iglesia Mormona

lunes, abril 04, 2011

Los territorios de las doce tribus

La divición en tribus es una costumbre de los antiguos, como entre los edomitas, ismaelitas, árabes, etc. (Génesis 36:15, 19, 40).

FUNDACIÓN Las doce tribus de Israel fueron fundadas por los doce hijos de Jacob, con la excepción de José, de quien surgieron dos tribus, al adoptar Jacob como hijos a sus dos nietos (Génesis 48:5) Efrain y Manases. Así en realidad trece tribus, quedando doce en el reparto de la tierra al quedar considerar la de Levi como tribu dedicada al sacerdocio, y sin territorio propio, quedando esparcida por todo Israel. En la misma época de Jacob, la expresión “las doce tribus de Israel” induia aun a Levi, en tanto que Efrain y Manases eran consideradas como una sola tribu, bajo el nombre de José (Génesis 49:5,22, 28). Al hacerese la división, los hijos de José recibieron territorios distintos, en tanto que Leví recibía al mismo Señor como herencia (Josué 13:14, 33). Desde el punto de vista material, Leví recibió su parte con la entrega de una porción de los sacrificios y de los diezmos, y, por otra parte, recibió 48 ciudades con sus aldeas, repartidas entre todas la tribus.

La organización tribal estaba tan profundamente arraigada, que resistió el turbulento período de los jueces, y sobrevivió el establecimiento de la monarquía. Bien se puede decir que Palestina fue repartida en forma desigual entre las tribus de Israel.

DISTRIBUCIÓN DE LAS TIERRAS


1. RUBEN. La tribu se dividía en cuatro clanes, surgidos de los cuatro hijos de Rubén. La tribu de Rubén limitaba al este con los amonitas, al sur con el torrente de Arnón (Números 21:24), al oeste con el Mar muerto y el Jordán. Los rubenitas estaban expuestos a los ataques de los moabitas, sus vecinos inmediatos, y a los de los nómadas que se dedicaban al pillaje y que provenían del desierto, que podían penetrar en el territorio de Rubén por el este y el sur. La ciudad de refugio que encontramos en este territorio es BESER.

2. GAD. Al hallarse su territorio al este del Jordán con Rubén y media tribu de Manasés, iban necesariamente a tener que soportar los primeros golpes de los enemigos que atacaran desde el este, eran una tribu belicosa, apropiada para mantener una posición tan expuesta. Gad poseía un gran distrito desde un punto un poco al norte del Mar Muerto hasta la punta meridional del Mar de Galilea, con una llanura muy fértil y apropiada para sus ganados y manadas, que incluía las tierras altas de Galaad. Las tribus al este del Jordán fueron las primeras en ser llevadas cautivas por el rey de Asiria el 740 a.C., tomando los amonitas posesión del territorio de Gad.

3. MANASES. La tribu surgida de Manasés comprendía siete clanes, hijo de Manasés, fundó uno; los otros seis descendían a Galaad, nieto de Manasés. Una mitad de la tribu de Manasés se unió a la tribu de Gad y de Rubén, para pedir permiso para quedarse al este del Jordán. Recibieron este permiso con la condición de que pasaran en armas delante de sus hermanos, para ayudarles a conquistar el país al oeste del Jordán.

4. LA MEDIA TRIBU DE MANASÉS AL ESTE DEL JORDÁN. Englobaba una parte de Galaad y todo el Basán, a partir de Mahanaim. Este territorio se extiende 100 km de este a oeste y 65 km o más de norte a sur. Está formado en gran parte por una meseta de 760 m de altura, una de las regiones más ricas de Palestina y uno de los principales graneros de Siria.

5. LA OTRA MEDIA TRIBU DE MANASÉS ATRAVESÓ EL JORDÁN. Y recibió su herencia en la Palestina Central, al oeste del Jordán. Sus límites eran: al sur Efraín; al noroeste Aser; al noroeste Isacar. La ciudad de refugio destinada a Manasés se encontraba ubicada en Golán de Basán, al este del Jordán.

6. BENJAMÍN. Recibió el territorio ubicado entre las tribus de Efraín y Judá. El espacio que les correspondió media 45 km., de este a oeste y 20 km., de norte a sur. Aunque era montañoso habían muchas ciudades entre ellas Jerusalén, Bet-el, Gabaón, Gabaa, Mizpa.

7. SIMEÓN. Cinco de los hijos de Simeón fueron cabezas de clanes. En el reparto de Canaán, Simeón no recibió territorio independinte, sino dentro del asignado a Judá. Esta tribu recibió el extremo sur de Canaán, que le fue dado del territorio asignado a Judá.

8. JUDÁ. El territorio que les fue asignado era grande. Su límite oriental abarca el Mar Muerto, y se extendía hasta Gat, y la tierra de los filisteos al oeste, al norte cerca de la ciudad de Jerusalén y en el sur se extendía hasta el desierto de Parán.

9. ZABULÓN. Esta tribu limitaba al sur con Isacar, al oeste con Aser, y al norte y este con Neftalí. Zabulón poseyó un territorio fértil, que comprendía una parte montañosa de la baja Galilea, y el ángulo occidental de la llanura de Esdraelón.

10. ISACAR. Poseía una de las regiones más feraces de la tierra, incluyendo la extensa llanura de Jezreel, con el Jordán como su límite por unos 70 km.

11. ASER. Su herencia en la tierra se extendía desde el monte Carmelo hacia el norte, y limitada al este por Neftalí y al sudeste por Zabulón. Es indudable que el territorio que hubieran debido poseer hubieran debido tocar el mar, pero no expulsaron a los habitantes de la zona costera.

12. NEFTALÍ. Le fue atribuida una región del norte de la tierra de Canaán. Neftalí limita al este con el Alto Jordán y el lago de Galilea; al sur con Isacar y Zabulón; al oeste con Zabulón y Aser. Era una estrecha banda de territorio que media de 80 km., de norte a sur y anchura de este a oeste variaba entre los 16 y 24 kms. Era un territorio accidentado en su mayor parte, pero muy fértil.

13. DAN. Esta tribu no alcanzó a poseer todo su territorio por la hostilidad de los amorreos. También se le dio este nombre a la ciudad que más adelante ocuparan, la cual estaba ubicada en un fértil valle cerca del Líbano, en el extremo norte. Ahí puso Jeroboam uno de sus becerros de oro

Conquista de Canaán

Conquista de Canaán. Después de la muerte de Moisés, los hebreos acaudillados por Josué conquistaron Canaán. El plan de guerra incluía el establecimiento de un campamento permanente en Gilgal, al Este de Jericó, en la llanura. La situación de este campamento ofrecía grandes ventajas. En Gilgal Josué no tenia enemigos a sus espaldas, abundaba el agua, y las dos tribus y media mas allá del Jordán podían suministrar provisiones.

PLAN PRELIMINAR. El siguiente plan de Josué incluía una expedición militar contra los enemigos que amenazaban el campamento. Jericó dominaba la entrada de canaán y dominaba el valle, y fue enseguida tomada. A continuación avanzo hacia el interior del país montañoso y tomo ahí.

CAMPAÑA DE JOSUE EN EL SUR. Josué siguiendo las ordenes de Moisés, erigió un altar en el monte Ebal. Se presentaron unos embajadores de Gabaón pretendiendo ser de tierras lejanas y Josué hizo alianza con ellos sin consultar con Dios. Esta fue una grande imprudencia. Por los hechos que se presentan posteriormente habiendo ya puesto un pie en el país, Josué efectuó dos campañas para conseguir la conquista. El rey de Jerusalén reunió consigo a los reyes de Hebrón, Laquis, Eglón y Jarmut para atacar a Gabaón. Josué se vio obligado a socorrer a los gabaonitas, con los que acababa de celebrar un tratado de alianza. Los cinco reyes fueron derrotados y se lanzaron en retirada por la bajada de BET- HORON.

En su victoriosa persecución, Josué se apodero de MACEDA, ciudad que debía hallarse en la llanura marítima o cerca de ella. Toma LIBNA que se hallaba en la llanura, y después LAQUIS donde venció al rey Gezer. Dirigidos por Josué, los israelitas tomaron también a EGLON. Después tomaron a HEBRON de donde se lanzaron a la región montañosa y se apoderaron de DEBIR. Así Josué asumio el control de todo el país comprendido entre GABAON, GAZA Y CADES BARNEA, y después se dirigió de vuelta a Gilgal. Fue en el transcurso de estas campañas que Josué hizo detener el Sol (Josué 10:12-15).

CAMPAÑA DE JOSUE EN EL NORTE. El rey Hazor, jefe de una confederación de reyezuelos,oyó las victorias israelitas en el sur, y ornada a todo el resto de reyes que se unieran a el para aplastar a Josué. Los ejércitos aliados se unieron en las aguas de Merom. Josué se dirigió allí y ataco a los reyes derrotándolos y persiguiéndolos hasta SIDON al noroeste, y hasta MIZPA al este; después se dirigió a HAZOR tomándola e incendiándola, y se apoderó de otras capitales de los pequeños reinos aliados. Estas campañas quebrantaron el poder de los cananeos, pero no fueron totalmente destruidos. Quedaron muchos habitantes del país y les quedaron ciudades importantes incluso allí donde la destrucción había sido total, una buena cantidad de gentes había conseguido huir o esconderse; al retirarse los ejércitos retornaban, reconstruían sus ciudades destruidas, y volvían a cultivar sus desbastados

campos. Años después cuando las tribus de Israel se dispersaron por el país para instalarse, encontraron resistencias por uno y por otro lado.

DURACIÓN DE LA CONQUISTA. Fue larga ya que ninguna ciudad hizo paz con Israel, excepto los gabaonitas. Desde el envío de los espías hasta el momento de la entrega de Hebrón a Caeb transcurrieron 45 años; por otra parte, desde el envío de los espías hasta el tiempo en que se atravesó el torrente de Zered (Deuteronomio 2:14) hay 38 años; quedan para la conquista del país al este y al oeste alrededor de 6 u 8 años.

Hay tres hechos que pueden ser considerados como errores tácticos que tuvieron graves consecuencias posteriores: 1. La alianza con Gabaón. 2. La dejación de Jerusalén en manos de los jebuseos (Josué 15:63). 3. Dejación de la llanura costera en manos de los filisteos. Un vistazo al mapa mueestra que estos tres errores dejaron a Judá y a Simeón aislados del resto de la nación, lo cual tendría gravísimas repercusiones que pueden dar explicación a la historiade los años posteriores.

Regiones de Palestina

Son cinco regiones en las cuales se divide Palestina:


LLANURA MARITIMA. Va a lo largo de toda la costa de palestina, con la sola interrupción del Carmelo. Muy estrechada al Norte del Carmelo, la llanura mide mas de 9,5 kilómetros, al sur de esta montaña, y se ensancha aún mas al descender al sur. Forman un país ondulante y fértil, con una altura entre los treinta y los setenta metros sobre el nivel del mar. Entre el Carmelo y el Nahr- el- audjeh, cuya desembocadura se halla al norte de Jope, esta llanura recibe el nombre de Sarón. Al sur de Jope estaba ocupada por filisteos.

PAIS BAJO. Denominado sefela, esta cubierto por montecillos, y se extiende por la llanura marítima al sur del carmelo y el macizo central. Su nombre designa casi exclusivamente a partir de la latitud de Jope hasta Beerseba al sur. Una serie de valles corren al norte y al sur entre la Sefela y el medio país.

CADENA MONTAÑOSA CENTRAL. Esta cadena continua después del Líbano. Los motes altos descienden de altura al sur del río Leontes, formando una elevada meseta que llega al sur a la extremidad septentrional del mar de Galilea. Esta es la alta Galilea cubierta de colonias que oscilan entre 600y 900 metros. La baja Galilea tiene una forma triangular: su lado oriental está formado por el mar de Galilea y el Jordán, hasta el Bet- sean; al sudoeste es halla el valle de Esdraelón. La baja Galilea consiste en una serie de montes bajos que van de este a oeste. La parte meridional de la baja Galilea consiste en una serie de montes bajos que van de este a oeste. La parte meridional de la baja Galilea se inclina hacia el valle de Esdraelón que no pasa de 90 metros de altura. Al sur de Esdraelón (o Jezreel) hay numerosos wadis que cortan la cordillera, cuyas montañas forman sierras separadas; sus laderas son accesibles desde la llanura marítima, desde el Esdraelón y desde el valle del Jordán. El monte Carmelo se dirige hacia al noroeste. Desde Bet-el hasta Hebrón y hasta casi Beerseba la cordillera forma a lo largo de 70 km., un macizo cuyos flancos se levantan de manera abrupta al este y al oeste. Su altura media es de 670 mts. Alrededor de 24 km., al sur de Hebrón, los montes descienden hacia el desierto del Neguev.


EL VALLE DEL JORDÁN Es una extraordinaria falla que empieza al pie del Hermón, alrededor de 518 mts de altura. El valle cerrado a sus dos lados por montañas, se va haciendo más y más profundo al descender hacia el sur; al llegar al mar Muerto, el valle del Jordán está 393 mts., por debajo del nivel del Mediterráneo.

LA MESETA ORIENTAL Es una gran meseta fértil, a más de 900 mts. Esta meseta va desde los acantilados del Jordán hasta el desierto de Siria. La garganta del Jacob la corta en dos, y el Yarmuc corta a su vez la zona Septentrional inmediatamente al sur del mar de Galilea.

Peregrinación por el desierto.

Los israelitas siempre fueron dirigidos, por Dios en cuanto a sus viajes y cuando y donde plantar y levantar el campamento, haciéndolos andar errantes debido a su pecado (Números 32:13) El registro Bíblico afirma entonces que había seiscientos mil hombres israelitas por encima de los 20 años de edad, lo que implicaría una población de unos dos millones de personas. Esta multitud subsistió en el desierto gracias a la ayuda y milagros de Dios. Cuando el pueblo estaba a punto de entrar a Canaán, Moisés les recordó que durante todas sus experiencias y peregrinaciones , Dios los había traído como trae el hombre a su hijo (Deuteronomio 1:31).

El milagro del maná se produjo por vez primera en el desierto de Sin, renovándose cotidianamente durante cuarenta años, hasta llegar a la frontera de Canaán. El milagro de las codornices, dado como señal fue limitado en el tiempo. En Refidim hallaron agua. En el segundo año se les volvió a dar codornices durante un mes. Al final de los cuarenta años en Cades, Dios hizo salir agua de la roca. Sin embargo el pueblo sufrió mucho en el desierto debido a sus murmuraciones y resistencia a Dios. Ello no obstante en último término el Señor pudo decirle a Israel: ”nada te ha faltado” (Deuteronomio 2:7).

ETAPAS DE LA PEREGRINACIÓN.

ETAPA I. Comprende desde Ramesés hasta el mar rojo. El ramal occidental del mar rojo se extendía mas hacia el norte por lo cual no se puede determinar exactamente por donde fue cruzado.

ETAPA II. Comprende desde el mar rojo hasta el monte Sinaí. Los israelitas permanecieron en el Sinaí hasta el segundo mes del segundo año, periodo en el cual fue promulgada la ley.

ETAPA III. Comprende desde el Sinaí hasta Cades Barnea, 130 kilómetros mas al norte. Aparentemente, los israelitas se pasaron 37 años viajando tres veces entre Cades y Ezión- geber, sobre el golfo de akaba.

ETAPA IV De Cades Barnea a Canaán.

sábado, marzo 26, 2011

La Hagadá Tradición Judía



La Hagadá y La Tradición Judía
El éxodo de Egipto ha dejado el más profundo impacto de todos los grandes acontecimientos en la historia de Israel.

Ni la constitución del primero, el segundo y el tercer Estado hebreos, ni la fundación de los dos Templos de Jerusalem, ni la guerra contra Roma, ni los distintos levantamientos libertarios, han dejado huellas tan profundas en la trama de la tradición judía.
Cuando el sumum de la ley judía, resonó en el Sinaí, a través del Decálogo, el primer mandamiento abre con esta premisa: “Yo soy Adonai, tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavos”.
El Éxodo de Egipto no se limita meramente a ser el jalón de donde arranca la historia judía; es mucho más que esto, ya que representa el documento de identidad del mismo Dios, que se glorifica con este trascendental suceso, del que se dice protagonista número uno.

La Hagadá
La más popular expresión de este remoto acontecimiento es la “Hagadá”, que se lee en todos los hogares tradicionales judíos. La “Hagadá” ha llenado la imaginación de grandes y chicos. Con el andar de las generaciones se ha convertido en un elemento inapreciable, querido y mimado, en una trama valiosísima del folklore judío.
Ninguna pieza de la tradición hebrea ha sido adornada y embellecida con páginas iluminadas como la “Hagadá”; ninguna otra creación del acervo judaico ha acicateado tanto la imaginación y el arte pictórico, como la “Hagadá”.
Por este mismo motivo, la “Hagadá de Pesaj” es uno de los testimonios más fecundos y vivientes para rastrear el mecanismo de la evolución de la tradición judía a través de los siglos.
La “Hagadá” – cuya versión literal significa la “leyenda”- es el testimonio auténtico de cómo se desarrolla la tradición en general, y la hebrea en particular, a través de la trama vital del judaísmo.
Es un hecho, que el Éxodo se verificó hace unos 3.550 años – la “Hagadá” tiene muchos menos años, es decir que es muy posterior. Se compone de algunos breves extractos del Pentateuco, referentes especialmente a la narración de la esclavitud de los hebreos en Egipto; a su milagrosa salvación mediante la mano fuerte del Señor; a las diez plagas y su significado.

Contenido
Contiene también, algunas disquisiciones de orden moral, como ser las cuatro categorías de seres humanos (el sabio, el perverso, el ingenuo y el ignorante); el punto de vista sobre los deberes de las generaciones posteriores con respecto al problema de la emancipación iniciada por el Éxodo de Egipto (“vehigadtá lebinjá” - y enseñarás a tu hijo).
Por último, contiene el enfoque de eminentes representantes de varias generaciones – muy posteriores al Éxodo- con respecto a la rememoración de aquel glorioso suceso.
En este orden de cosas trae a colación opiniones de Rabi Eliézer, Rabi Elazar ben Azaria, Rabi Akiva y otros más que celebraron el Pesaj en Benei Brak; o el parecer de Rabán Gamliel, de Hilel el Anciano y muchos más, que añadieron a la tradición heredada de generaciones, ideas y enfoques propios, basados en las escrituras,unos 1.300 años después del Éxodo.
Es decir que se trata de un maravilloso ejemplo – testimoniado a través de la “Hagadá” – que la tradición no es un bien cultural o religioso estancado que se hereda tan sólo del pasado remoto, que se transmite tal cual a las generaciones venideras. Es mucho más que esto, por cuanto se vivifica permanentemente, añadiendo interpretaciones, experiencias y vivencias de la propia generación.
Tradición
Solamente así la tradición se inmuniza contra el peligro de fosilizarse. Por ello, precisamente, la tradición es el acervo que se transmite de generación en generación, luego de añadir cada una de ellas algo de lo suyo propio.
De tal modo, ella puede ser comparable a una corriente poderosa, que desciende desde los albores de la historia, pero cuyas aguas son permanentemente engrosadas por múltiples afluentes de aguas vivificantes, que se añaden en cada una de las generaciones, regando de este modo generosamente la historia. Es así como la “Hagadá” – el relato- de Pesaj se ha renovado y embellecido, al añadir las sucesivas generaciones sus propios himnos, entonados sobre la base de la trama de sus propias experiencias.
Este ha sido siempre el sentido auténtico de la tradición y religión judías, mientras se amamantó y creció alimentada por la savia de su propia tierra. La prueba de ello reside en el hecho que apenas resurgida la Tierra de Israel, nuevamente la “Hagadá” está cobrando su remozamiento de antaño. Se agregan a ella nuevos himnos, renovadas interpretaciones en base a los actuales hechos de martirio y de gloria, en aras de la definitiva liberación de Israel.
Precisamente, este espíritu dinámico de la “Hagadá”, de la evolución de las formas tradicionales judías – para adecuarlas a la época en la que vivimos – es el desafío más acuciante para que la vieja generación quiera y sepa poner las costumbres, al alcance de la joven, en un idioma y espíritu que le sean accesibles.
Los principios fundamentales sobre los que se asienta la tradición judía pueden y deben ser eternos; pero los medios y las formas requieren con urgencia, los ajustes imprescindibles que son del resorte exclusivo de cada siglo.

Artículo escrito por: Moshe Korin, Director del Departamento de Cultura de AMIA.

jueves, enero 27, 2011

CARÁCTER DE LOS ESENIOS

Tal era la importancia que habían adquirido los esenios que ya en el año 152 a.C. el Gran Sacerdote de Jerusalén, Jonatán Macabeo, organizó una violenta expedición contra Qumrán, en donde asesinaron al Ministro de Justicia mientras éste oficiaba una ceremonia.

Pero la comunidad esenia siguió unida a pesar de esa acción, e incluso se afianzó más en sus convicciones. Por ello la comunidad esenia fue destruida durante la represión encabezada por Tito en el año 68 d.C. Qumrán fue arrasada y muchos esenios asesinados. Los que pudieron escapar se refugiaron en otras comunidades esenias alejadas de Qumrán.

Tan viva era la fe de los esenios que no temían a la muerte, lo cual causó la admiración de los propios romanos cuando atacaron Qumrán. El historiador Josefo contó textualmente en el libro II, capítulo VII de su escrito Guerra de los judíos, al referirse a los esenios en el momento del ataque de los romanos:

“Menosprecian los peligros, triunfan del dolor por la elevación de su alma y consideran la muerte, cuando se presenta con gloria, como preferible a una vida mortal. La guerra romana ha probado su fuerza de carácter en toda circunstancia: los miembros apaleados, torturados, quemados y sometidos a todos los instrumentos de martirio, con el fin de arrancarles alguna blasfemia contra el Legislador romano o para hacerles comer alimentos por ellos prohibidos. Pero no ha podido obligarles ni a lo uno ni a lo otro; ni siquiera sus torturadores han podido alardear de haberles hecho derramar una sola lágrima. Sonrientes durante los suplicios y burlándose de sus verdugos, expiraban con alegría como si de pronto volvieran a revivir”.

LOS ESENIOS DESDE QUMRÁN

La fuente en que se basa este tema son los rollos o manuscritos hallados en Qumrán y, especialmente, aquellos que contienen lo que los esenios denominaban El Manual de Disciplina y el Himnario o Salmos de acción de gracias. La creencia de que por causa de la usurpación del cargo de Sumo Sacerdote en tiempos de los Macabeos el rito del templo era impuro e inválido, es la que da cabida a todas las posturas teológicas esenias. De acuerdo a ello, las siguientes son las convicciones propias de aquella comunidad.

Los esenios se creían parte de la verdadera Congregación de Israel, fieles al Pacto con Yahvé. Se consideraban los sucesores de los israelitas del Éxodo de los tiempos de Moisés, ya que los esenios fueron al desierto y allí se establecieron. Ellos creyeron que por medio de esa salida al desierto seguían ritualmente puros y que allí esperarían al Mesías prometido, que se manifestaría entre ellos debido precisamente a esa pureza de vida. Los esenios se denominaban a sí mismos como los justos escogidos, refiriéndose a la elección de Israel en el Monte Sinaí. Se conocían también como Hijos de Zadoc por asimilación a la familia de Zadoc, el fiel sacerdote del rey David (Samuel 8:17), considerándose a sí mismos como casta de sacerdotes de Ezequiel.

Con el paso del tiempo algunos esenios desistieron de la espera del Nuevo Pacto y se consideraron como verdaderos poseedores de la verdadera Ley o la Toráh. Pero otros esenios se volvieron a la fe por Jesús, el Mesías.

Los esenios y el cristianismo

El profundo estudio del contenido y del significado de los manuscritos hallados en el Mar Muerto y posteriormente en Nag-Hammadi ratifica en profundidad el estrecho vínculo que existía entre los esenios y los primitivos cristianos, aún cuando no podemos ni debemos confundir a estos últimos con los esenios autores de los manuscritos.

La corriente espiritual y el testimonio de vida de los esenios fueron una fuente del cristianismo primitivo y una preparación del camino de Jesús. La propia vida de Juan Bautista en las cercanías de Qumrán podría llegar a interpretarse como un elemento que preparó el camino para el mensaje de Cristo Jesús

Por la interpretación mesiánica de las Escrituras, los esenios creían que un Ungido o Mesías llegaría para liberar a Israel de sus aflicciones, y aún cuando nunca se ha podido demostrar explícita ni históricamente la pertenencia de Juan Bautista ni de Jesús a los esenios, la evidencia en el Nuevo Testamento indica una conexión ideológica muy cercana. Basta con decir que los Apóstoles esperaron hasta el último momento que Jesús se declarara el Mesías liberador de los opresores romanos, y no el Mesías que realmente resultó ser.

Una cosa sí está clara, y es que cada vez se hace más evidente la aportación de los esenios al cristianismo primitivo.

SECTA DE LOS ESENIOS

Los esenios eran una secta judía cuyo origen se remonta al hijo adoptivo de Moisés y nieto de Aarón, llamado Esén, aproximadamente 1,500 años a.C. Sobre el origen de la palabra esenios se han aportado distintas hipótesis, algunas de las cuales detallamos a continuación:

Nombre Significado Idioma

ossa los santos griego

hesé los piadosos arameo

osén hacedores de la Ley hebreo

El Talmud les llamó bautistas matinales (tovilé shahrit) y algunos escritos árabes se refieren a ellos como magaritas, que significa de las cuevas.

Antiguamente han sido conocidos por medio de los escritos de diversos autores, tales como Plinio el Viejo (62-113), Flavio Josefo (38-101), Filón de Alejandría (15 a.C. – 50 d.C.), Dion Crisóstomo (40-120), Hipólito de Ostia (170-235) y Epífano de Salamina (315-403). Su existencia histórica ha sido confirmada por los hallazgos de los rollos o manuscritos de Qumrán en 1945. Todos los autores mencionados elogiaban tanto su Regla como su forma de vida. Plinio decía que eran gente solitaria y muy superior al resto de la humanidad. A Filón le inspiraron para escribir su Tratado, donde probaba que todo hombre bueno también es libre. Flavio Josefo, en el capítulo II de su libro Guerra de los judíos, nos decía que los esenios constituyen una hermandad similar a los pitagóricos y que habían renunciado al placer y a las riquezas de la vida. Arnauld de Saint-Jacques, en su obra Los Templarios y el Evangelio de San Juan, manifestaba que la fuente de Moisés fue Egipto y que los iniciados esenios aprendían de esa misma fuente, aparte de recoger la tradición hebrea en toda su pureza.

Su origen

El origen de la comunidad esenia se remonta alrededor del año 170 a.C. cuando un grupo de judíos huyeron al desierto de Judea, a orillas del Mar Muerto, donde establecieron el primer asentamiento que posteriormente ampliaron con casas sencillas de piedra, una plaza, un comedor

comunitario, depósitos para áridos y agua potable, así como una biblioteca con algunos textos sagrados que habían logrado sacar de Jerusalén.

Esa primera emigración hacia Qumrán se originó debido a que el rey de Siria, Antíoco Epífanes, de la dinastía seléucida, al ingresar a Jerusalén buscando el exterminio tanto de los judíos como de su religión, profanó el altar del Templo vertiendo sangre de cerdo sobre el altar. El cerdo era un animal impuro para los israelitas y no era apto ni para el sacrificio ritual ni para el consumo humano.

Pero el establecimiento definitivo de la comunidad esenia tuvo lugar en el transcurso de la segunda emigración, ocurrida alrededor del año 160 a.C., después de la revuelta macabea, cuyos resultados no apoyaron los esenios de Jerusalén. Los Macabeos o hasmoneos liberaron a Judea de la hegemonía griega, pero usurparon el cargo de Sumo Sacerdote y ello ocasionó que un grupo de personas fueran a incorporarse a la comunidad esenia ya existente en Qumrán, y así preparar el camino del Señor bajo el mando de un nuevo líder: el Maestro de Justicia.

El Maestro de Justicia

El Maestro de Justicia o More Tzadek fue una persona religiosa y destacada en la comunidad judía de Jerusalén, quien se opuso al Sumo Sacerdote Jonatán, hermano de Judas Macabeo, al considerar que éste había abandonado la fidelidad a Yahvé. Dicho Maestro de Justicia organizó e impulsó la comunidad esenia, pero no se le podía considerar como Sumo Sacerdote por razones de genealogía. Sin embargo él era quien efectuaba la preparación de los discípulos, la enseñanza de los iniciados y la administración de la Ley mesiánica, la Halajá esenia.

El ingreso del Maestro de Justicia a la comunidad esenia fue trascendental ya que sus propios discípulos consideraban que antes de su llegada la comunidad había caminado a tientas, mientras que cuando se hizo presente la figura del Maestro de Justicia apareció la luz en la comunidad. Los manuscritos de Qumrán revelan que el documento conocido como Regla de la Comunidad procede sin duda de la inspiración personal del Maestro de Justicia, así como los Himnos o los Hodayot, que nos permiten acceder hasta la raíz de su subjetividad espiritual.

La tarea de identificar históricamente la figura del Maestro de Justicia ha sido objeto de diversas especulaciones desde el mismo descubrimiento de los rollos de Qumrán. Sin embargo la tesis que lo compara con Jesús es totalmente nula e imposible de sostener ya que el Maestro de Justicia vivió mucho antes del nacimiento de Cristo.

Sin embargo hay una tesis no demostrada, pero tampoco exenta de posibilidad, de que uno de sus sucesores haya sido Santiago, conocido como el hermano de Jesús. Esta hipótesis tiene visos de realidad si leemos detenidamente la vida de Saulo de Tarso, de quien haremos mención al final de este estudio.

Iniciación y forma de vida

Las Reglas de Vida y la estricta disciplina que éstas implicaban no constituían un freno para los esenios, sino una libre aceptación de un medio para forjar el carácter y desarrollar la parte más elevada de su ser.

Por ello si alguien deseaba ser miembro de la comunidad esenia debía ser aceptado, ser instruido durante un año y luego pasar un período de prueba de otros dos años antes de ingresar definitivamente en la comunidad. Después de la aceptación inicial, el candidato tenía que practicar una especie de meditación en la cual, en completa calma, examinaba su vida pasada para poder hacer un recuento objetivo y sincero de la misma. Tenía que discernir entre los mandatos celestiales que había recibido desde su infancia y analizar la forma en que había respondido a los mismos

Después de su aceptación y luego de haber hecho el juramento, el recién ingresado recibía, junto con sus blancas ropas de lino, una misión que debía desempeñar durante el resto de su vida. La misión tenía un propósito, una orientación que nunca debería abandonarle y que era una forma de unirle a Yahvé y de hacerlo útil para su comunidad. Nunca debía separarse del hilo conductor de esa misión. Esto era lo que le daba un significado positivo a su vida y le convertía en un verdadero ser humano.

Se les exigía además una vida dedicada al estudio de la Ley, humildad y disciplina, obligados a decir siempre la verdad. Sus bienes pasaban a ser parte de toda la comunidad y, al igual que los frutos del trabajo personal, se distribuían según las necesidades de cada uno, dejando una parte para auxiliar a pobres, viudas, huérfanos, mujeres solteras, ancianas, desempleados y para aquellos forasteros que sin ser parte de la comunidad, requerían de ayuda temporal.

En su juramento el nuevo esenio se comprometía a respetar la tierra como ser viviente para honrarla y cuidar de su sana evolución, para lo cual él debía tener siempre sus pies en contacto con la tierra, por lo que siempre caminaban descalzos.

Se le imponía la observancia de una estricta disciplina, cuya base era la corrección fraterna mutua. Las mujeres no eran aceptadas dentro de la comunidad esenia y sólo los hombres podían formar parte de la misma. La purificación constante lavándose los pies, las manos y el cuerpo era muy importante para los esenios. Se purificaban física y espiritualmente antes de entrar a alguna casa, como también al comenzar el día e incluso antes de las comidas y de la oración.

Se lavaban los pies los unos a los otros en señal de amistad y cultivaban la idea que tenían de cuidarse los unos a los otros, así como Yahvé cuidaba de ellos. También se bendecían unos a otros imponiéndose las manos sobre la cabeza, para conservar la unidad y reforzar el amor que fluía entre ellos.

Los esenios ingresaban regularmente a los enfermos en los hospitales y para ello disponían de edificaciones sencillas pero especialmente construidas para ese propósito. La forma en que sanaban a los enfermos es el origen de la existencia de nuestros hospitales modernos. Los esenios aprendían desde muy jóvenes a ver la parte divina de cada persona, ya que así era el propio Yahvé quien visitaba al enfermo en la persona del esenio. Cuidando del individuo, el esenio cuidaba también la parte espiritual que habitaba en el enfermo. Este es el profundo significado de la verdadera medicina y de cada proceso terapéutico. El cuerpo y el alma espiritual de la persona eran, para los esenios, la vestidura del espíritu universal y divino. Sin él no habría verdadera hospitalidad, y lamentablemente en nuestros días el dinero ha reemplazado la visión del Supremo.

A todo esenio se le exigía el respeto a la privacidad ajena. La soledad era considerada sagrada porque cuando una persona está sola consigo misma, se encuentra ante la presencia de Dios. La vida de la pareja también se consideraba sagrada, así como la vida comunitaria. Para los esenios existían tres grados de vida individual: la vida privada, que correspondía al interior del cuerpo físico, nuestro templo; la vida externa, que correspondía a la comunidad; la vida interna, que es la de la pareja. El esenio tenía que observar esos tres niveles de vida y mantenerse siempre honesto, auténtico y moralmente recto y puro.

Los esenios se consideraban guardianes de las enseñanzas divina, las cuales no podían revelar a personas que no estuvieran preparadas para recibirlas. La ley del silencio y el discernimiento se imponía de manera estricta. Así, un esenio nunca trataba de convertir a otra persona a sus creencias, tal como expresa la advertencia de Jesús: No deis lo santo a los perros ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, se vuelvan y os despedacen (Mateo 7:6).

La doctrina esenia condenaba fuertemente la esclavitud y cualquier otra forma de servidumbre. Ningún esenio podía tener sirviente; eso era pecado. También lo era el hecho de trabajar para hacer dinero, porque so igualmente se convierte en una forma de esclavitud. Cualquier persona que se afiliara a la comunidad esenia tenía que liberar a sus esclavos y también abstenerse de comer carne. Para ellos la esclavitud también estaba vinculada al aspecto carnívoro, porque aquel que no puede dejar de comer carne animal no puede controlar las pasiones de su naturaleza animal y, por lo tanto, no puede pensar con claridad y queda reducido a la esclavitud por su propia naturaleza.

Los esenios se consideraban guardianes de las divinas enseñanzas. Poseían un gran número de manuscritos muy antiguos, algunos de los cuales databan del inicio de los tiempos. Una parte de la comunidad esenia se dedicaba de lleno a descifrar los códigos de los manuscritos, traduciéndolos y reproduciéndolos para perpetuar y preservar ese avanzado conocimiento.

El movimiento esenio no se limitó únicamente a Qumrán y alrededores, como tampoco todos vivían en grutas o cuevas, sino que una parte residía en sencillas construcciones. Se sabe que en el siglo I a.C. había un barrio esenio en Jerusalén. Según Flavio Josefo, unos cuatro mil esenios vivían en las ciudades, aunque seguían y practicaban la forma de vida de los esenios que estaban en Qumrán.

SECTAS EN LOS TIEMPOS DE JESUS


Para poder entender mejor la Biblia y su entorno debemos empezar primero por conocer el marco histórico de cada época, para así poder centrarnos en ella a fin de que la comprensión de situaciones y de personajes tenga mayor realce, ya que muchas de sus reacciones vendrán dadas por su propio entorno.

En aquella época existían diversas sectas en Jerusalén y en el resto de lo que ahora conocemos como Israel. Ninguna de ellas excluía a la otra como practicante de la Ley y de los Mandamientos en general; sus discrepancias radicaban en la forma de llevarlas a cabo. Es decir, sus discusiones eran con respecto a la forma de aplicar la Halajá a sus vidas, o sea, la práctica de la Ley.

La discrepancia en estos asuntos se refleja en el Nuevo Testamento, donde la aguda crítica de Jesús revela la forma exterior de la práctica de los fariseos y las creencias morales de los saduceos, acciones que precipitan la salida de Jerusalén de los esenios, conduciéndoles a una vida de retiro y purificación en comunidad.

Las sectas mayoritarias en activo en aquella época histórica eran las siguientes: Fariseos Saduceos Zelotes Esenios

Antes de entrar a conocer la vida de los esenios, que es el objetivo de este trabajo, haremos una breve descripción de las demás sectas para así poder analizar su interrelación.

Fariseos

Fue una de las sectas más antiguas en el judaísmo. Eran los Maestros de la Ley de Moisés, encargados de enseñar e interpretar las Escrituras y la Ley Oral al Pueblo. Los fariseos ya habían formado sus ideas básicas sobre la Ley y mostrado su adhesión a las Tradiciones de los Padres, que es conocida también como Ley Oral por haber sido transmitida a lo largo de los siglos, de maestro a maestro.

Estimaban tanto la Escritura como la Tradición Oral, aunque se inclinaban más por la Tradición pues ésta explicaba la Ley escrita. Gracias a sus tradiciones los maestros conservaban sus ritos y la Toráh quedaba intacta posibles interpretaciones desviadas por parte de los gentiles.

Los fariseos eran de clase popular: un partido del pueblo. Sin embargo despreciaban la ignorancia religiosa del pueblo, al que denominaban las gentes del país o en hebreo, amme-ha-arets. No eran de origen sacerdotal o levítico, sino que eran generalmente pequeños comerciantes que vivían de su trabajo. Su piedad era muy estimada por la gente, quienes llamaban respetuosamente Rabí a los más instruidos.

Consideraban el Templo como una institución clave en su vida y su fe. Insistían en la oración ritual, en el ayuno y en el pago de diezmo. Todo lo religioso dependía de su propia interpretación y creían en la resurrección, en la existencia de los ángeles y en la inmortalidad del alma, además de guardar devota y meticulosamente el día sábado.

Sin embargo sus creencias no estaban de acuerdo con su conducta e incluso el propio Jesús se lo recriminó públicamente cuando les dijo a sus discípulos: guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía (Lucas 12:1).

Saduceos

Tenían funciones hereditarias y representaban el grupo sacerdotal que controlaba el Sumo Sacerdote, que era uno de ellos. Originalmente los saduceos habían sido sacerdotes piadosos, deseosos de servir a Dios en su Templo de acuerdo a sus tradiciones y reglas. Existieron remanentes de saduceos piadosos hasta la destrucción del Templo en el año 70 d.C.

Los sacerdotes saduceos representaban a los que preferían al gobierno romano, y generalmente su religiosidad encubría ambiciones personales e intereses, así como ambiciones políticas.

Afirmaban que la interpretación de las Escrituras era por medio de la forma escrita, sin dependencia de la Tradición Oral, propia de los fariseos. Los saduceos eran seguidores innatos del Pentateuco, o sea, de los cinco primeros Libros de la Biblia. También consideraban el Templo como una institución clave para su vida y su fe.

Los saduceos no creían en la resurrección y esto les diferenciaba en mucho de los fariseos. Estaban convencidos de que las almas se desvanecen al mismo tiempo que los cuerpos, y no se preocupaban en observar nada más que la Ley. Ellos sólo se preocupaban por su bienestar temporal ya que creían que la retribución divina no era futura y ultraterrena, sino inmediata y material. Los saduceos poseían riquezas, y eso era la prueba de que Dios les bendecía puesto que ellos eran justos.

Zelotes

Este movimiento nació antes del final del reinado de Herodes en el año 4 d.C. Su fundador había sido Judas de Gamala, llamado Judas Galileo quien, unido al fariseo Sadok, había fundado el partido de los Zelotes, el cual se caracterizaba por su celo en defensa de la libertad y por su aceptación única de la soberanía divina. Manifestaban que era vergonzoso el pago de tributos a Roma y el tener que soportar a unos dueños mortales; los romanos (Josefo: Guerra de los judíos II:18).

Su nombre hebreo era ganaim, que provenía del término celar (celo por Yahvé). Josefo describió al movimiento como la cuarta filosofía, después de los fariseos, los saduceos y los esenios. Sus adeptos estaban de acuerdo en muchos aspectos con el pensamiento fariseo, pero sentían un deseo desenfrenado por la libertad y la independencia porque creían que sólo Yahvé era el auténtico dueño y Señor. Les importaba muy poco padecer cualquier tipo de castigo o de muerte, siempre que ello fuera en defensa de la libertad. Su objetivo era el de no dar nunca el título de Señor a ningún ser humano.

En sus comienzos ese radical partido no tuvo gran éxito; la revuelta contra Roma en los años 66 y 67 d.C. fracasó y Judas perdió la vida (Hechos 5:37). Sus hijos continuaron la lucha y otro descendiente, su hijo Menahem junto con Eleazar ben Yair, comandó la defensa de la fortaleza de Masada, donde se habían refugiado ante el asedio de las fuerzas romanas, el cual finalizó con el suicidio colectivo de 960 zelotes, sobreviviendo únicamente dos mujeres y cinco niños a principios de año 73 d.C.

LOS MANUSCRITOS DEL MAR MUERTO

 

En 1945 Jum’a, un pastor beduino de la tribu ta’amireh se dio cuenta de que se le había extraviado una oveja mientras pastaba en el desierto de Judea, cerca del Mar Muerto. Intranquilo, Jum’a empezó a buscarla junto con su primo Mohammed ed-Dhib y así llegaron a una de las cuevas de Qumrán. Allí descubrieron varios recipientes de cerámica con pergaminos en su interior y Jum’a utilizó algunos de los rollos encontrados para hacer una hoguera en la cual calentarse. Jum’a pensó entonces que su hallazgo podría tener algún valor monetario y el resto de los rollos los vendió a un anticuario en el mercado local, aunque previamente los había troceado para aumentar su precio. Con el tiempo algunos de los rollos fueron a parar a Egipto y otros a Estados Unidos. Posteriormente se publicaron copias de los rollos, causando gran interés en arqueólogos bíblicos, cuyo fruto fue el hallazgo de otros 600 pergaminos y cientos de fragmentos, algunos en perfecto estado de conservación.


Lo más importante de ese hallazgo es su antigüedad, lo cual permite estudiar importantes fuentes teológicas y organizativas del judaísmo y del cristianismo primitivo. La mayoría de los textos más antiguos de que se dispone están redactados en lengua hebrea y pertenecen al Tanaj o Antiguo Testamento bíblico.

Entre los manuscritos hallados se encuentran los siguientes: Los Libros del Tanaj o del Antiguo Testamento, incluida una versión más extensa del Libro primero de Samuel, con la excepción de Ester, así como deuterocanónicos como Sirácides y el Libro de Tobías. Estudio sobre cada Libro de las Escrituras, desde el punto de vista esenio. Los manuales, reglamentos y oraciones propias de la comunidad esenia que habitó el sitio, entre los cuales destaca el Documento de Damasco. Un rollo de cobre con cuestiones contables y relativas a la localización de determinados tesoros. Diversos textos religiosos, tales como:

o El Libro de Enoc

o El Testamento de los Doce Patriarcas

o El Libro de los Jubileos

Los manuscritos del Mar Muerto o de Qumrán son la clave para una comprensión más clara de cómo se desarrollaron el cristianismo y el judaísmo. Evidencian un judaísmo distinto al oficial de entonces y de hoy y establecen una temática que sería fundamental en el origen del cristianismo.

Diferentes escritos hallados en Qumrán enfatizan temas clave que fueron resaltados posteriormente por Jesús y los Apóstoles. A modo de ejemplo se detallan seguidamente algunos de ellos:

01 La Nueva Alianza (Documento de Damasco VI)

02 La venida del Hijo del Hombre como Hijo de Dios, llamado Hijo del Altísimo (4Q246)

03 El Mesías engendrado por Dios (1Q28a)

04 El Espíritu Santo (1QHa XX)

05 El Pozo de agua viva (1QHa XVI)

06 Bautismo y tiempo en el desierto después de la conversión (4Q414)

07 Cena Sagrada con pan y vino (1Q28a y 1QS VI)

08 El Sacerdocio de Melquisedec y su identificación con Jesús (11Q13)

09 Justificación por la fe y salvación por la gracia (1QHV)

10 Humildad y pobreza de espíritu (1Q33 XIV)

11 Bienaventurados los humildes (11Q5 y 1QHa VI)

12 Caridad y amor (4Q259 III y 4Q267 18 III)

13 Rechazo a la venganza humana (4Q269 19,21)

14 Perdón para quien se convierte (Regla de la Comunidad X:20)

15 Corrección mutua fraterna (1QS V y 5Q12)

16 La Nueva Jerusalén (2Q24 y 5Q15)

17 La comunidad de amor (1QS II)

18 Rechazo al repudio a la esposa (Documento de Damasco IV:21)

19 Denuncia de la hipocresía de los fariseos (1QHa XII)

Nota: Las siglas y números que aparecen entre paréntesis después de cada tema corresponden a la identificación de cada manuscrito de Qumrán.

Muchas son las similitudes y coincidencias temáticas con algunas de las enseñanzas de Jesús, teniendo en cuenta de que los textos esenios fueron escritos muchos años antes del nacimiento de Cristo. Por ello los textos descubiertos en Qumrán podrían entonces mostrar algunos antecedentes inmediatos del Evangelio.

El descubrimiento inicial de los rollos fue seguido de una exploración científica de los mismos y de las cuevas vecinas bajo el patrocinio del Departamento de Antigüedades de Jordania, la École Biblique et Archéologique dominicana de Jerusalén (católica) y el Museo Arqueológico de Palestina (hoy Museo Rockefeller). Todos los manuscritos o rollos encontrados han sido traducidos y puestos a la disposición de aquellas personas que deseen conocerlos e investigar sobre ellos. Sin embargo hay que hacer la salvedad de que 300 de los manuscritos encontrados se hallan en poder del Archivo Secreto del Vaticano y no está permitida su consulta para nadie. Por ello se desconoce el contenido de dichos rollo
afabrag@yahoo.com
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